La inscripción sobre la superficie del cuadro y los escudos del marco original permiten identificar al personaje efigiado como Francisco, el tercero de los ocho hijos de Diego Fernández de Córdoba. Pese a su alta cuna, al haber nacido en tercer lugar estaba destinado a ingresar en el clero. El autor, hizo un retrato de busto y dispuso al personaje de tres cuartos, sin dirigir la mirada al espectador. El rostro centra nuestra atención, en el que destacan sus labios carnosos. De acuerdo con su condición de eclesiástico cubre sus cabellos con un bonete negro y su camisa con un ropón de ancho cuello.Recientes investigaciones han determinado que fue Fernando del Rincón de Figueroa el autor del cuadro y no Antonio del Rincón con quien tradicionalmente se le ha venido confundiendo.
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