Juan van der Hamen, descendiente de una familia de origen flamenco, fue el pintor de bodegones más importante de la Corte durante los comienzos del reinado de Felipe IV.Esta obra y su pareja (P04158) formaban parte de la decoración del palacio de Jean de Croy, conde de Solre y capitán de la Guardia de Arqueros flamenca. Estaban colgadas sin enmarcar a ambos lados de la entrada a una sala que conducía a la galería de pinturas y servían probablemente de ampliación ilusionista del espacio real al reproducir, quizás, el propio suelo de la habitación. El asunto de los cuadros está relacionado con la cultura de la hospitalidad aristocrática, condición indispensable del refinado estilo de vida de los ocupantes de la vivienda. En el lienzo se puede apreciar el notable estilo de van der Hamen como pintor de flores. La conformación y la relativa rigidez de los ramos difieren de las pinturas flamencas. El artista simplificaba la compleja composición y los engorrosos detalles de muchas flores. Su manera de representar su tamaño, forma y estructura denota su intención y lucidez a la hora de plasmar las formas.
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