A pesar de que los inventarios antiguos y también Stchavinsky (1912) identificaban esta escena con la historia de Hécuba, la mujer de Príamo rey de Troya, Wichmann (1923) la interpretó como El hallazgo de los cuerpos de Hero y Leandro, interpretación que apoyan Valdivieso (1973), Pigler (1974), Salerno (1977-80) y Sluijter (1986). Sin embargo, Luna (1984) hizo constar la inscripción "HECVBA / OVIDIVS./ LIB. 13" en la estela sobre el arco del túnel situado en el lado derecho, que ratifica la escena como ilustración del hallazgo por Hécuba de los cuerpos de sus hijos Polidoro y Polixena.La escena, tomada de las Metamorfosis de Ovidio (XIII, 399-575), ilustra el momento en el que Hécuba, al ir a recoger agua para lavar el cuerpo de su hija Polixena, sacrificada sobre la tumba de Aquiles, descubre en la orilla del mar el cadáver de su hijo Polidoro, asesinado y arrojado al mar por el rey tracio Polimnéstor, a cuyo cuidado había sido encomendado de niño por Príamo. Más concretamente, la mirada fija y la actitud inmóvil de Hécuba, así como la corona y las suntuosas vestiduras -que, como bien señala Goldsmith, no concuerdan con su situación en tanto que entonces era cautiva y esclava de Ulises- parecen ilustrar los versos 545 y 546: "Cuando estalló de ira, como si siguiera siendo reina / decidió vengarse; queda absorta en la idea del castigo". Se trata de un tema muy infrecuente en la pintura anterior o coetánea. En principio, aparece tratado con anterioridad tan sólo por Antonio Tempesta en uno de los grabados para la serie de las Metamorfosis de Ovidio (1606).
La estructura compositiva, el refinamiento pictórico y la renuncia al detalle en favor de una mayor expresividad permiten fecharlo en torno a 1630. Se trata de una escena diurna con el fondo ocupado por arquitecturas clásicas, que son recreaciones de la tumba de Cecilia Metela en la Vía Apia de Roma y del templo de las Sibilas en Tívoli. El campanario y el castillo del fondo no se pueden identificar.
Hasta 1985 este cuadro aparecía en los catálogos del Prado consignado como compañero de Abraham y los tres ángeles. Sin embargo, a pesar de su proximidad estilística, soporte y medidas no coinciden y, sobre todo, no parece existir conexión alguna entre esta escena tomada de las Metamorfiosis y aquella bíblica -tan sólo coinciden en la destrucción de dos ciudades, Sodoma y Troya-.
Adquirido por Carlos IV, siendo príncipe de Asturias, al igual que P02070. En 1779 estaban en El Escorial. Ingresa en el Prado antes de 1834.