La Reina aparece representada de frente, sentada, vistiendo un traje de seda encarnada con mangas y cofia blanca. Apoya el brazo derecho con gran naturalidad sobre una mesa, mientras que con el izquierdo sostiene un libro en el que marca una página con el dedo, como si acabara de interrumpir la lectura, según un recurso pictórico muy habitual en las efigies femeninas. María Amalia fue hija de Federico Augusto III, rey de Polonia y elector de Sajonia y de María Josefa de Austria. Nació en 1724 y se casó en 1738 con Carlos VII, rey de Nápoles, futuro Carlos III de España; murió en Madrid en 1760, cuando apenas hacía un año que ocupaba el trono español. El fondo de columnas y cortinaje verde configuran el retrato oficial de la reina de España, pareja del de su marido (P2200)
Mengs probablemente realizó la pintura hacia 1761, poco después de a su llegada a Madrid y cuando la Reina ya había fallecido, tratándose por tanto de un retrato póstumo. Esta puede ser la causa de las ausencias de réplicas y copias, numerosas en el caso del cuadro de su esposo.