El modelo de retrato de aparato en el que la figura se muestra de pie y de cuerpo entero es uno de los más característicos del pintor. Lo acuñó durante su experiencia francesa y lo perfeccionó a lo largo de su carrera, añadiéndole características de la retratística española del Siglo de Oro.En cuanto a la composición, Madrazo utiliza con sabiduría recursos habituales en sus retratos, como la iluminación parcial y la posición de la figura en tres cuartos, que confieren a la misma una mayor esbeltez y prestancia. El modelado de la figura es suave, concentrando la atención en la expresión de los ojos y de las manos.La retratada, representada hacia la treintena, luce traje de gala, a la moda de mediados de los años cincuenta del siglo XIX, descrito minuciosamente, como las joyas, no muy ostentosas pero sí sofisticadas y refinadas. Otro signo del carácter â??no privadoâ? de esta efigie lo constituye la ostentación de insignias nobiliarias, en este caso la banda de la orden de damas de la reina María Luisa.Josefa Coello de Portugal y Quesada perteneció a una ilustre familia de la burguesía jiennense, de la que formaron parte varios militares y políticos de cierta relevancia. En 1841 había contraído matrimonio con Alejandro Oliván, militar de carrera, quien ocuparía en 1847 la cartera ministerial de Marina, a parte de ser miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la que Federico de Madrazo era presidente.
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