El pintor de Amberes Erasmus Quellinus II trabajó con Rubens en los inicios de su carrera en proyectos como la Pompa Introitus Ferdinandi (1635) y la decoración de la Torre de la Parada (1636-1638), desarrollando un estilo muy próximo al de su maestro. Desde 1640 aproximadamente, y más claramente a partir de 1650, su estilo se vuelve sin embargo más personal, más clásico en sus formas y en sus modelos que el de Rubens. En las últimas décadas de su vida, Quellinus gozó de gran éxito, recibiendo numerosos encargos para pintar cuadros de altar y llegando a convertirse en uno de los pintores más importantes de la ciudad de Amberes. El Nacimiento de la Virgen, pertenece a la etapa de madurez del pintor. Este episodio en la vida de la Virgen se narra en una fuente medieval, la Leyenda Dorada, escrita por Jacobo de Vorágine en el siglo XIII. La tela representa, al fondo de la escena, a la madre de la Virgen -Santa Ana- siendo atendida por dos comadronas tras dar a luz; mientras que en el centro, un grupo de mujeres se ocupan de la recién nacida. En la parte superior, un letrero anuncia y celebra el nombre de "María" y dos ángeles pisotean a un dragón que sujeta una manzana, símbolo del triunfo sobre el mal y el pecado que representa el nacimiento de la Virgen.
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