Imagen de la Virgen María doliente por el sufrimiento de su Hijo, que llora por Cristo e intercede en favor del creyente, en este caso el comitente de la obra, Carlos V (1500-1558). El Emperador mostró gran interés por este tipo de imágenes llevando consigo a su retiro al Monasterio de Yuste (Cáceres) tanto esta Dolorosa, como otra también de Tiziano y propiedad del Museo del Prado (P-443).
La Dolorosa de las manos abiertas fue posteriormente llevada al Monasterio de El Escorial en 1574, registrándose en 1600 en el inventario del Alcázar de Madrid como compañero del Ecce Homo (P-437), también de Tiziano y conservado en el Museo del Prado. Ingresó en las colecciones del Museo en 1821