Partiendo del prototipo de la Virgen entronizada creado por Jan van Eyck, Gerard David desarrolla un tema nuevo con María y Jesús ante un fondo de paisaje durante el descanso en su Huida a Egipto, que va a ser muy repetido. Denota ya en su estilo la influencia del arte renacentista, sobre todo el eco del arte de Leonardo, patente en el empleo del sfumato y en las variaciones atmosféricas del fondo. A lo anterior se suma también la forma de disponer a María en el centro, diseñando una pirámide con su cuerpo, destacada ante el oscuro nicho que forman los árboles. Precisamente, es ahí, al fondo a la derecha, donde, en una escala diminuta, aparece la Sagrada Familia camino de Egipto.