La retratada, con la mirada fija, ensimismada, tiene los brazos cruzados bajo el pecho. Lleva el cabello recogido y se adorna con claveles, pendientes largos y collar de coral. Lleva sobre los hombros un mantón rojo con flores y sobre él una mantilla negra. En 1872 Raimundo de Madrazo viajó a Sevilla acompañado de Martín Rico y allí acudieron también Mariano Fortuny y Ricardo de Madrazo, que residían en Granada desde hacía meses. En la capital hispalense tuvo contactos con el mundo artístico local y también con el ambiente gitano.Toda la producción de temas de gitanos y rincones sevillanos encontró rápida salida en el mercado parisino, con gran éxito de crítica y ventas.La obra estuvo presente en la Exposición Universal de París de 1878, bajo el título Une Andalouse.Tanto esta obra como Aline Masson con mantilla blanca (P02621) fueron enmarcados con las mismas molduras de roble y aliso tallado y dorado, con una idéntica decoración historiada vegetal.
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