En la época de Maíno, San Antonio Abad era un santo muy popular, dedicado a la penitencia y la meditación. Esta tabla se realizó para ser vista a mucha altura, lo que explica el empleo de trazos largos y densos en el cielo, en contraste con la pincelada más acabada del santo, dondeMaíno trabaja de una manera más sutil y delicada, propia de un miniaturista. Procede del retablo de San Pedro Mártir en Toledo.
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