San Antonio (hacia 251-356) está leyendo un libro, probablemente el de la regla de los Antonianos, que descansa en una roca. Sobre ésta aparece una campana, utilizada por los eremitas para ahuyentar demonios y tentaciones, y apoyado en ella un bastón en forma de tau, símbolo de la vida futura y de la dignidad abacial de su propietario.
Obra próxima a Bellini, entre sus potenciales autores figura Giovanni Agostino da Lodi, pintor lombardo activo en Venecia en 1504.
Adquirida en 1995 a las Concepcionistas Franciscanas de La Latina en Madrid.
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