En 1864, un año antes de que una epidemia de cólera segara su vida, Víctor Manzano pintó este retrato de su esposa y sus hijos. El pintor estaba casado, desde 03/01/1860, con Adela Pastor, hija de Luis María Pastor, reconocido tratadista de Economía que fue minstro de Hacienda con el Gobierno de Lersundi, en 1856 y diputado y senador en varias legislaturas. Fruto del matrimonio nacieron los dos hijos que aparecen en el retrato. En el regazo de la madre, se puede ver a Carlos, el hijo menor, nacido hacia 1862, que llegaría a ser un discreto pintor, discípulo de Miguel Jadraque y Alejandro Ferrant. Este hijo de la pareja sería quien, andando el tiempo, cedería algunas pinturas de su padre al Museo del Prado, entre las que se hallaría este retrato. Junto a la madre, en pie, jugueteando con un cochecito de caballos, se observa a Fernando, el primogénito del matrimonio, nacido hacia 1860, quien llegaría a ser músico y compositor de zarzuelas, llegando a colaborar con el maestro Chapí.La prematura muerte del pintor hizo que su producción fuese escasa, y casi siempre se tratase de composiciones de ambientación histórica. Pero es en el retrato en el que desarrolla gran naturalidad y delicadeza, lo que favorece especialmente a las efigies familiares. Así, esta escena doméstica se aleja de las poses convencionales y a través de un plano muy próximo, confiere a la escena un sosiego muy hogareño.Concebido para ser presentado en la Exposición Nacional de 1864, en cuyo catálogo aparece con el nº 227, sin embargo no participó en la misma, puesto que no estuvo acabado a tiempo de presentarlo. Sería terminado en 1865 y quedó inédito entre las pertenencias de la familia del pintor, hasta su paso al Museo.