Esta obra ilustra el momento en que Cristo resucitado se aparece a María Magdalena. Considerada durante mucho tiempo una pintura del Renacimiento florentino, la tabla se atribuye en la actualidad a Vallejo Cósida, uno de los más importantes renovadores del lenguaje artístico en Aragón. Cósida fue además un excelente dibujante que practicó la miniatura, lo que explica la delicadeza y precisión de su depurada técnica pictórica.