Este relieve ha de pertenecer a una cruz procesional. Probablemente ocupaba el extremo inferior del brazo vertical por el anverso, es decir, a los pies del Crucificado. No es raro durante el siglo XVI que la Magdalena se ubique en tal posición, lo que no sucedía en época gótica. EL relieve recortado y no formando parte de un fondo ofrece en teoría una pista para su clasificación. Es más comñun la medalla con la figura o la escena que no la superposición de la imagen, como ocurre en esta pieza. Pero tampoco es específico de un centro o territorio esta manera de trabajar, pueds lo conocemos tanto en la corona de Castilla como en la de Aragón. De hecho, no hemos logrado encontrar alguna pieza similar que permitiera una aproximación al origen geográfico y a la datación de la pieza. Guiándonos, pues, solo por el análisis formal, pensamos que la obra tiene más probabilidades de ser castellana, y a la vista del peinado, vestido y bote de perfumes, puede ser fechada en el segundo cuarto del siglo XVI. Las imprecisiones expresadas no deben ocultar la calidad de la pequeña figura, de composición equilibrada a través de un ritmo curvilíneo en el que participan la práctica totalidad de las formas y elementos representados.