La Sagrada Familia está representada en un interior, ante un vano por el que se aprecia un paisaje de costa. El Niño, en pie sobre un rico tapete, juega con su madre. San José tiene una manzana en la mano, alusión al jardín del Edén, que simboliza la condición de María como nueva Eva. Un ángel corona a la Virgen como Reina de los Cielos, otro le ofrece un cesto de flores, alusivo a la Pasión que Jesús debe sufrir para salvar a los hombres del pecado igual que las que descansan sobre la mesa.
En esta tabla, en deuda con los modelos de Rafael tras haber asimilado el estilo de Rafael al estudiar en Bruselas los cartones de los Hechos de los Apóstoles, van Orley incluye una cartela con su firma en caracteres romanos y la fecha. Al conocimiento del arte italiano, al que accede por vía directa, van Orley suma aquí una técnica minuciosa aprendida durante su formación, patente en la barba de San José.
Etiquetas: