La marca es de localidad de Zaragoza en una variante que fue empleada aproximadamente entre 1685 y 1715. Desconocemos a qué prelado pertenecen las armas del escudo pero podemos afirmar que no fue ningún arzobispo zaragozano. La fuente tiene fecha avanzada dentro del siglo XVII y sin embargo continúa los modelos exitentes desde el reinado de Felipe III, como sucede con otras varias piezas de la platería hispánica. Hay que atender a los motivos decorativos para precisar su datación y origen, pues incluso su ubicación en la orilla y en la moldura del asiento es usual desde las fuentes más antiguas. El ritmo alterno es también común, fundamentado en ocho elementos en la orilla y cuatro en el asiento; también la pequeña variante que hemos resaltado en la unión de las figuras de paréntesis en la orilla. Así pues, hay que atender a los motivos más reveladores, como son los llamados "granos de café" en que se han venido atransformarse los usuales espejos, y las ces convertidas en esos paréntesis a los que se han añadido iguras de aves, que son quizá el rasgo más peculiar de las fuentes zaragozanas. No se produce ninguna relación entre el ornamento d ela orilla y el de la moldura, que presenta un elemento radial de escaso interés por su traza. La pieza no alcanza la media vara de diámetro y el uso de un grabado plano no le confiere calidad sobresaliente.