El tríptico fue realizado para la iglesia bruselense de Santa Gúdula y después, según Carel van Mander (1604), se vendió "muy caro a España". Felipe II lo donó al Escorial en 1586. Como buen romanista, Coxcie permanece fiel a lo aprendido en Italia: la vieja que lee en El Nacimiento copia la Sibila Pérsica de la bóveda de la Sixtina de Miguel Ángel. Sin embargo, no abandona la tradición flamenca, patente en el realismo de los objetos y en el interior eclesial en que transcurre la muerte de María, que recuerda a Van Eyck.
Etiquetas: