Un cirujano extrae una piedra de la cabeza de un paciente. La escena tiene lugar en un espacio urbano, un mercado probablemente. Una anciana ayudante del cirujano sujeta la cabeza del enfermo, junto a una joven que prepara los ungüentos. Mientras otro paciente, de grotesco gesto, espera su turno.
Hemessen pretende criticar la estafa al paciente, mediante la expresión sarcástica del doctor, que descubre así su condición de impostor, cuyo único fin es el dinero. El tema de la extracción de la piedra de la locura era frecuente en la pintura flamenca, como puede apreciarse en obras anteriores de El Bosco (P2056).
El esfumado, de influencia leonardesca, se suma a la descripción minuciosa de los objetos y los detalles de la fisonomía de los personajes, cualidad propia de la pintura flamenca.
Aparece documentada por primera vez en el Palacio de El Pardo en 1614.
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