Retrato del cardenal Carlos de Borja Centellas Ponce de León (1664-1733), hijo del IX duque de Gandía, uno de los personajes más influyentes de España en la primera mitad del siglo XVIII y capellán mayor de Felipe V. Aparece representado con las ropas cardenalicias, con la mano izquierda sobre la birreta que reposa sobre un almohadón de terciopelo rojo y una mesa a la derecha de la composición. A la izquierda, pueden distinguirse dos personajes, un eclesiástico y un posible autorretrato del pintor.
Una de las mejores obras del artista y, sin duda, su mejor retrato.
Esta obra perteneció a los duques de Osuna y más tarde al marqués de la Torrecilla. Fue legado al Museo por el conde de la Cimera en 1944.
El nombre del retratado aparece escrito en el papel situado sobre la mesa.