El grupo representa a Daoíz y Velarde, dos héroes de la Guerra de la Independencia que fallecieron en Madrid en 1808, en la resistencia frente a los franceses, y que Solá supo representar con maestría en 1830, aportando la gran novedad de los ropajes de los soldados, que van vestidos a la usanza de la época, frente al hábito de la interpretación alla antica de los hechos contemporaneos. Avanzó, de este modo, una visión romántica del arte y, como se ha dicho "eleva lo concreto al nivel de los universal", con un espiritu retórico y apasionado, vinculado a la exaltación patriótica, al valor y al heroísmo. Se relaciona con La Defensa de Zaragoza (E00789) de Álvarez Cubero, pues ambos casos se refieren a la Guerra de la Independencia y tienen como antecedente la propia experiencia de los dos escultores, encarcelados en Roma por no reconocer a Jose I.