Escena de caza caracterizada por un gran desarrollo del paisaje, con el Castillo de Torgau al fondo, y en primer término el elector Juan Federico de Sajonia y el emperador Carlos V, que dan caza a unos ciervos. Firmada con el monograma de Lucas Cranach y fechada en 1544, fue traída a España por María de Hungría y se colocó en el Palacio de El Pardo, donde consta en un inventario de 1564.
Lucas Cranach y su taller pintaron varias escenas semejantes a ésta. En cada una de ellas se representa el elector de Sajonia en su posesión del Castillo de Torgau, junto a diferentes gobernantes de la época.
Los cuadros, posiblemente encargados por el elector Juan Federico para regalárselos a otros príncipes durante la década de 1540, se interpretan con un sentido político. En el que, por una parte, se muestra como Señor legítimo de su territorio y comprometido con la causa reformista, ya que Torgau fue la primera iglesia protestante edificada ex-novo. Y, al mismo tiempo, la caza, sinónimo en la época de buen gobierno, alude a la necesaria colaboración entre los gobernantes para la paz.