Copia romana de un original griego del siglo II a.C. La imagen de Ariadna, hija del rey Minos de Creta, abandonada por Teseo en Naxos y esperando dormida la llegada de Dioniso, fue tratada muchas veces en el arte griego, siendo el prototipo más famoso el que aquí se reproduce, sin duda obra de un taller rodio o asiático para el adorno de un jardín o una fuente. La riqueza de los pliegues y la grandiosidad de las proporciones reflejan la tradición de Pérgamo y recuerdan los frontones del Partenón. Esta obra fue restaurada en el siglo XVII por el taller de Gianlorenzo Bernini.