Sobre el agua, a la derecha reposan y se reflejan en la superficie varias barcazas de pesca con su velamen plegado. Más a la izquierda, la mole del lazareto cuya estructura arquitectónica, iluminada por un sol de mediodía, se refleja también en las mansas aguas del mar. Delante, un bote pequeño con un pescador. A la izquierda asoman los mástiles de otra embarcación.
Estos lazaretos, construidos fuera de las poblaciones, las más de las veces como elementos aislados en la costa, servían de hospitales y destinos pasajeros para las tripulaciones de aquellos buques que arribaban a puertos españoles infectados de enfermedades contagiosas. Allí cumplían los afectados la cuarentena obligatoriamente establecida por ley y por los años finales de la década de los setenta, en que Haes visita la costa mallorquina, existían en España tan solo cinco que cubrían las principales zonas portuarias del litoral español. Por una Disposición Sanitaria de 1866 se crea en Mahón (Menorca) el lazareto del litoral balear y es más que probable que sea el recogido por Haes en este estudio.