El torso representa a un joven que, apoyado con su brazo derecho tal vez sobre un pilar, cruzaba la pierna derecha sobre la izquierda. El resultado de esta postura es una composición muy atractiva que juega con dos líneas curvas en forma de S, entrelazadas entre sí. Esta composición curvada, invento del escultor Praxíteles en el siglo IV a. C., fue también adoptada por los artistas contemporáneos. La postura del antebrazo izquierdo parece indicar que el torso es una variante romana. Dado que falta la cabeza, la datación de este torso resulta difícil. Lo más probable sería datarlo en el primer período de los emperadores antoninos.