Figura de madera tallada y policromada seguramente del siglo XIV de San Juan Evangelista. Obra de un maestro anónimo, probablemente formó parte de un calvario. Se adapta a la iconografía tradicional. Lleva un libro y apoya la mejilla en la mano derecha, hoy perdida. Rasgos faciales correctos, y presenta serenidad en la expresión. La escultura fue realizada para ser adosada a un muro, aunque es de bulto redondo.