Dama con el llamado "peinado de turbante". La apretada cabellera está dividida por una raya encima de la frente y peinada hacia atrás en los lados. Junto con el cabello de la nuca, peinado hacia arriba, la cabellera en la parte posterior forman trenzas que rodean la cabeza en cinco capas horizontales, una encima de otra. Englobando la cabellera de estructura lisa, que parece una coqueta gorra, se ha atado una trenza en la nuca. El peinado fue muy popular en tiempos de Adriano y de los Antoninos y es resultado de un desarrollo de los peinado trajáneos, en los cuales ya aparece un gran "nido" de trenzas en la parte posterior de la cabeza. Antes, los numerosos retratos conservados con "peinado de turbante" solían ser datados hacia el siglo IV d.C. Los retratos tardoantiguos, sin embargo, presentan una elaboración mucho más dura y menos matizada y, a diferencia del siglo II, la pesada trenza no está puesta sobre la cabeza como un sombrero, sino que pasa oblicuamente por las orejas hasta cubrir una buena parte de la nuca.