Clara Peeters, fue una pintora flamenca destacada en el género del bodegón, en particular como autora de escenas de desayuno y florales en las que objetos de metal o cerámica se disponen de forma sencilla junto a flores, frutos y piezas de pesca o caza. Hija de Jan Peeters nació en Amberes donde consta su bautizo el 15 de mayo de 1594. Fue una artista precoz, datándose su primera obra conocida en 1608, cuando tenía catorce años de edad. Se desconoce todo lo relativo a su formación, aunque su estilo muestra concomitancias con la obra de Osias Beert. Se han supuesto estancias en Ámsterdam y La Haya que no han podido ser documentadas, aunque su estilo maduro muestra influencias de los bodegonistas holandeses. En 1639 contrajo matrimonio en Amberes. La última de sus pinturas firmadas estaba fechada en 1657, y actualmente se encuentra perdida. Las circunstancias de su muerte se desconocen. Meticulosa en el detalle, Peeters incluyó pequeños autorretratos en miniatura en los reflejos de las copas de algunos de sus bodegones. También era muy hábil a la hora de distinguir texturas. Algunos autores apuntan en sus pinturas simbolismos religiosos, singularmente en el Bodegón con un pez y un gato, en el que el pez, símbolo de Cristo, estaría colocado en la posición de una cruz. Clara Peeters es citada en la obra de Wendy Wasserstein The Heidi Chronicles, donde la escritora norteamericana afirma en su primera escena que la obra de Peeters fue infravalorada debido a su sexo. El Museo Nacional del Prado cuenta con cuatro de sus bodegones, tres de ellos firmados en 1611, procedentes de la colección real.