El pintor representa cinco círculos sobre un fondo negro. Los cuatro más pequeños, situados en los ángulos, muestran las postrimerías de la vida: Muerte, Juicio, Infierno y Gloria. Dos filacterias con inscripciones en latín, extraídas del Deuteronomio advierten de las consecuencias del pecado. La primera (32: 28-29) dice: “Porque son un pueblo que no tiene ninguna comprensión ni visión, si fueran inteligentes entenderían esto y se prepararían para su fin”. La segunda debajo (32:20) dice: “Apartaré de ellos mi rostro y observaré su fin” El círculo central, más grande que los anteriores, semeja un ojo, en cuya pupila aparece Cristo Varón de Dolores y la frase “Cuidado, Cuidado, el Señor está mirando” y los Siete Pecados Capitales en su anillo exterior reproducidos como escenas de género con las costumbres y los vicios de la época.
Adquirida por Felipe II, fue por él enviada en abril de 1574 a El Escorial donde fue mencionada por el Padre Sigüenza en los aposentos del Rey.
Es depósito de Patrimonio Nacional en el Museo del Prado desde 1939.