La técnica, más bien monótona, de dibujar a sanguina sobre papel azul claro grisáceo sugiere que podría ser obra del pintor boloñés Bartolomeo Cesi, que viajó a Roma en 1591, aunque puede que hubiera visitado la ciudad con anterioridad. Las figuras de la Virgen y de Santa Isabel, tomadas de la Visitación de Sebastiano del Piombo, que figuran al dorso, no parecen ser una contraprueba del dibujo, como pretendía el autor de la ficha del catálogo de subasta francés del siglo XIX, sino una copia directa del fresco del maestro del siglo XVI, fechable con posterioridad a 1530, que se encontraba antiguamente en Santa Maria della Pace, en Roma, y del que sólo se conservan tres fragmentos en la colección del duque de Northumberland en el Castillo de Alnwick, en Northumberland.
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