Retrato de Joaquín, prácticamente de cuerpo entero y visto de frente. Lleva abrigo verde, guantes y entre sus manos, un sombrero de color pardo. A su derecha, mesa con libros, papeles y la escultura Mlle. Svirsky de Paul Troubertzkoy. Al fondo, sillón frailero apoyado a la pared, donde hay colgado una pila benditera de cerámica blanca y azul.