Hijo de Felipe III, nacido en 1609 y cardenal desde los 10 años, fue gobernador de Flandes desde 1634 hasta su muerte en Bruselas en 1641. El Cardenal Infante, aparece representado de más de medio cuerpo, con espada y bastón de general en la mano, de rojo y oro, está caracterizado con el traje que utilizó para su solemne entrada en Bruselas como gobernador de los Países Bajos en 1634.
Retrato eminentemente oficial, como delata el rico cortinaje del fondo, es muy cercano a las imágenes de su hermano, Felipe IV, que realizaba Velázquez por los mismos años.
El tratamiento de los blancos del cuello y la gola, las características pinceladas para marcar los pliegues del vestido y banda, así como la riqueza de los dorados del traje, son los elementos más destacados de este retrato. Estos aspectos formales lo equiparan con otros retratos del periodo del artista en Amberes, previo a su viaje a Inglaterra, donde evolucionarán sus conceptos sobre este género pictórico.