Dioniso, que fue representado normalmente con cuerpo blando y turgente como símbolo de riqueza, fertilidad y vida disipada, aparece en esta estatua como un joven más bien musculoso. Aunque esta manera de representarlo es bastante singular, si puede explicar la afición de los romanos cultos a la estatuaria clásica y su placer por contemplar obras maestras griegas transformadas en otros personajes de la mitología. El tipo y las formas firmes y bien contorneadas de la estatua se remontan al llamado Efebo de Dresde. Este tipo estatuario, creado a finales del siglo V a.C. por un alumno de Policleto, fue levemente transformado para el nuevo tema. Mientras que en el Efebo de Dresde mira el atributo de su mano izquierda, la mirada de Dioniso se pierde a lo lejos. Además, la estatua recibió una nueva cabeza y un nuevo atributo, probablemente un tirso que lleva en su brazo izquierdo como conductor del tiaso. Otros atributos son su cinta (la mitra), una corona de yedra, unas uvas que tapan sus orejas y una cabellera larga con dos rizos que caen sobre el busto. La forma de las pupilas marcadas de la estatua, usual en los retratos de época severiana, sugiere una fecha exacta, entre 190 y 210 d.C.
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