María de la Concepción Serrano y Domínguez era primogénita del general Serrano, duque de la Torre, nacida en la Habana en 1860, cuando su padre era capitán general de Cuba. En 1880 casó con el segundo conde de Santovenia, muriendo en 1941 en Biarritz, donde residía habitualmente.
El retrato de Rosales muestra a la niña con once años de edad, en una actitud muy graciosa y segura de su posición social, justo en el momento de mayor poder político de su padre como Presidente del Gobierno.
Figuró en 1871 en la Exposición Nacional de Bellas Artes, donde chocó por su alejamiento del retrato hasta entonces habitual en España. La mayor monumentalidad con que el pintor dota la figura, la perfecta captación de las calidades de telas, las variaciones de tonos que producen los reflejos fueron aspectos muy impactantes.
A esto se une el conocimiento de la tradición pictórica española, al situar a la niña en un entorno muy similar al retrato del Príncipe Baltasar Carlos cazador, realizado por Velázquez (P1189). Del mismo modo la pose recuerda a ciertos retratos reales realizados por Goya.
Tags: