Vaso de cristal de roca y guarniciones de oro con esmalte embutido negro y rojo. Cuerpo de boca ovalada, con ocho grandes gallones y pie plano, también ovalado; asas en forma de cartones en eses. Decoración grabada de hojas y cuernos de la abundancia. En 1839 se encontraba ya quebrado en varios pedazos. Esta obra forma parte de la herencia recibida por el rey Felipe V (1683-1746) a la muerte de su padre, el Gran Delfín, en 1712.