Figura femenina recostada, que lleva un brazalete en forma de culebra en el brazo izquierdo, por lo que ha sido identificada algunas veces como Cleopatra en vez de como Ariadna. Se trata de una copia que sigue bastante fielmente el modelo clásico que se encuentra en los Museos Vaticanos de Roma, pero en un tamaño reducido y con la cabeza más girada que en el original. Estas variaciones ponen de relieve la posibilidad de que el artista trabajara sobre otra versión o sobre un dibujo o grabado, quizá el de Francisco de Holanda, aunque este tema también apareció entre los de Perrier (1638) y Rossi (1704), entre otros. Palomino cita una Cleopatra en una relación de obras traídas por Velázquez de Italia pero, de acuerdo con los inventarios reales, se trataba de una copia en yeso del mismo tamaño que el original. Hübner (1862) publicó esta pequeña versión en mármol como copia de la del Vaticano: Blanco (1957) como renacentista, traída por Velázquez, mientras que Harris, en su trabajo sobre la misión del pintor (1960), no incluyó ninguna obra en mármol. En Blanco/Lorente (1969) se mantiene la datación del siglo XVI, así como la procedencia tradicional. Sin embargo, no existe documentación que justifique tal afirmación, por lo tanto y, de acuerdo con su estilo, la forzada posición de la figura, los brazos desproporcionadamente grandes, los pliegues del vestido acartonados, o la base rocosa, parece un trabajo del siglo XVIII, que pudo llegar a la Colección Real bastante tarde.
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