El llamado Tríptico de la Redención, está compuesto por tres escenas. La central muestra a Cristo en la Cruz con la Virgen y San Juan, bajo arco de tracería gótica que da paso a una iglesia. En las arquivoltas del arco se representan diversos pasajes de la Pasión de Cristo y en las jambas laterales varias escenas de los sacramentos.
Cuando el tríptico permanece abierto, las composiciones laterales presentan una disposición similar al estar ambas situadas bajo arcos ojivales de estilo Gótico. La tabla de la izquierda representa la Expulsión del Paraíso, con diversas escenas alusivas a la Creación en la rosca del arco. A la derecha, El Juicio Final está acompañado de pequeñas representaciones que aluden a las diferentes Obras de misericordia.
Van der Stockt siguió de cerca la estética de su maestro Rogier van der Weyden, con su habitual disposición de relieves esculpidos en los arcos que enmarcan las escenas. Pero a diferencia de éste, dota a estos grupos de color, consiguiendo al efecto de esculturas policromadas. Aunque también utiliza idénticos tipos humanos, van der Stockt no consigue que sus figuras tengan la elegancia de movimiento, ni el profundo dramatismo de las de su maestro.
Perteneció en el siglo XVI a Leonor Mascareñas, aya de Felipe II, quien lo donó al Convento de Nuestra Señora de los Ángeles, fundado por ella. Durante la desamortización pasó al Museo de la Trinidad, cuyos fondos se integraron en 1872, con los del Museo del Prado.
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