Sortija de aro labrado con rocallas y chatón calado, con hueco cruciforme central, sobre el que se han sobrepuesto, sucesivamente, una pieza calada con roleos vegetales y dos piedras verdes; un chatón cuadrangular con doble orla, de piedras verdes la exterior y de aljófar la interior que rodean un engaste de caja alta rectangular con un berilo. Según Letizia Arbeteta, en el Catálogo de la exposición "El arte de la joyería en la colección Lázaro Galdiano", la sortija es un objeto reutilizado, pues parece que el segundo sobrepuesto, y quizás el chatón con las piedras, son posteriores al aro, labrado a cincel que puede datarse en el siglo XVIII.