El retrato de Saturnina Canaleta forma pareja con el de su esposo, Jaime Girona (P02813). Supone uno de los más elegantes ejemplos de retrato femenino del artista. La dama aparece con el cuerpo girado en tres cuartos hacia la derecha, puesto que ocuparía el retrato de su marido, cerrando la composición gestual, sugerida por la acción de ceñirse el guante de la mano izquierda, que apunta hacia el retrato del cónyuge. Como en el caso de su esposo, se retrata tres cuartos de la figura, con el rostro prácticamente de frente. La gama cromática empleada es mucho más calida y variada que en el retrato masculino. El artista se complace en la descripción del vestido y de las joyas, pero todo el efecto focal se vierte en el llamativo chal de lana de cachemira, de intensas tonalidades, y que en su época constituía un objeto de clara distinción social.