Gracias a la antigua inscripción de la parte superior central es posible identificar el dibujo como correspondiente a un cuadro desaparecido de Girolamo Muziano, emplazado antiguamente en la sacristía de San Agostino de Roma. El dibujo sirve, pues, de registro visual de la
composición de esta pintura desaparecida.
Santa Mónica era madre de tres hijos, el mayor de los cuales fue San Agustín, futuro Doctor de la Iglesia. Al final de su vida siguió a San Agustín a Roma y murió en Ostia en 386, cuando volvía a África con su hijo. Sus reliquias se conservan en San Agostino de Roma.
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