Busto de tamaño natural de un hombre con calva incipiente, frente amplia, ojos profundos, boca cerrada y expresión dirigida hacia la izquierda. Viste arnés y manto. El estado de conservación es muy bueno, unicamente tiene rotura en el cuello. Barrón (1908) lo catalogó como romano, procedente de la colección de Carlos V y Felipe II; Blanco (1957) y Blanco/Lorente (1969) como del siglo XVII. Paul (1985) como César, derivado de la cabeza de Dresde y Berlín. Este autor recalca el esfuerzo del escultor renacentista por transformar el retrato y hacerlo coincidir con la imagen que se tenía en su época. En Venecia, en la Ca d´Oro, se encuentra un retrato de Julio César representado bastante más joven, realizado por Simone Bianco en la primera mitad del siglo XVI, que pudo servir de punto de partida para las diversas copias que se realizaron después.
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