Pequeña cabeza que representa un hombre maduro con cráneo anguloso y cara ancha, cuidadosamente peinado hacia delante, con rizos que delimitan claramente la frente y las sienes. Los ejemplos más afines a este retrato se encuentran en la retratística de finales de la República romana, en la época de Cayo Julio César. Sin embargo, esta cabeza es una réplica ya de la primera mitad del siglo I d. C.