El retratado es un hombre joven con cara robusta, barba cerrada muy corta y peinado de mechones. La boca ancha y tensamente cerrada confiere a este retrato un aire enérgico y de gran fuerza de voluntad. Este tipo de barba aparece a menudo combinado con bustos desnudos, provistos de una correa para cargar la espada y el "paludamentum" o manto de los generales. El retrato puede fecharse en la época de Trajano, entre 105 y 115 d.C. Esto se puede corroborar en varios relieves de la época, como los del arco de Trajano en Benevento, del 114 d.C., donde un militar con barba similar acompaña al Emperador. La "lunula", el colgante en forma de creciente, constituye el verdadero motivo para el uso del aro en el cuello. A partir de mediados del siglo I d.C., este colgante, que en un principio era usado únicamente por mujeres y muchachas, aparece también en las representaciones de muchachos, de hombres y de animales, en la mayoría de los casos como amuleto para conjurar el mal de ojo. Varias representaciones con "lunula", como un retrato del emperador cristiano Magencio (351-353 d.C.), permiten suponer que también los militares usaban estos amuletos para protegerse con ellos del hechizo de las armas.