Retrato de mujer anónima de medio cuerpo que tradicionalmente se ha venido identificando con la esposa del pintor, Lucrecia del Fede, con quien se casó en 1518. Aunque no existen argumentos concluyentes al respecto, esta interpretación ha servido para que algunos estudiosos fechen la obra inmediatamente posterior a la celebración del matrimonio.
La composición deriva de los retratos femeninos realizados por Rafael en su etapa florentina, entre 1504 y 1508.
Andrea del Sarto se formó en su ciudad natal con Piero de Cosimo y Raffaellino del Garbo, aunque pronto se sintió atraído por la obra de Miguel Ángel, Leonardo y Rafael, además de Fra Bartolommeo.
Este cuadro ingresó en el Museo del Prado en 1819.