Se trata del tipo de paisaje fluvial, en el que Schoeff se especializó, que sigue muy de cerca en el esquema compositivo y en los diversos elementos, árbol, molino de viento y barcas con pescadores, los apacibles paisajes fluviales de Jan van Goyen (1596-1656) de la década de 1630, o de Salomon van Ruysdael (1600/02-1670) de la década de 1640.
La composición no es detallista ni anecdótica, puesto que su objetivo es la captación de la atmósfera húmeda característica de Holanda. La entonación casi monocromática a base de verdes, amarillos, marrones y azules, sólo rota por el rojo de las camisas de algunos de los pescadores, es característica de las marinas y paisajes fluviales producidos en Leiden, Haarlem y La Haya entre 1630-50. La luz del sol filtrada a través de las nubes se refleja en el agua produciendo una delicada gama de tonalidades y reflejos cambiantes. La pintura está aplicada con una pincelada alargada y rápida, que, sin embargo, se vuelve corta y matérica en el follaje del gran árbol situado a la derecha, rasgo estilístico característico de este pintor, que, como señala Bol, recuerda la manera de Salomon van Ruysdael. En este sentido, la extraordinaria similitud de este paisaje con Orilla de un río con una aldea de Ruysdael, firmado y fechado en 164¿5?, permite pensar que Schoeff debió de utilizarlo como modelo, lo que parece quedar corroborado por la reflectografía infrarroja, que no revela cambios con respecto a la imagen visual. Tan sólo el molino del fondo parece haber sido añadido posteriormente.
En el catálogo de 1873 se hace constar que Bredius leyó el nombre de Schoeff en la firma.
Formó parte de la colección reunida por Isabel de Farnesio. En 1746,1766 y 1774 figura en el Palacio de La Granja. En 1794 consta en el Palacio de Aranjuez, y desde allí es enviado al Museo antes de 1834.
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