La acción se localiza en un interior grandioso y palaciego, abierto a un vestíbulo apilastrado del que parte una amplia escalinata. En primer término sitúa a la comadrona que sostiene a la recién nacida sobre un pañal muy grande, mientras un ángel la contempla, y otro, niño -al que no se ven las alas-, rebusca pañales en una cesta situada en el suelo. Una sirvienta, muy en primer término, parece apresurarse para buscar algo fuera de la escena. Al fondo, bajo un solemne arco, y cobijada por un amplio pabellón, se sitúa la cama de la parturienta, a cuyo lado está sentado en un sillón San Joaquín. El margen izquierdo d ela composición, recortado en acusada silueta, es el lateral de una chimenea cuya luz ilumina el grupo principal, a juzgar por la intensa mancha clara que se señala en el suelo.