Cristo porta una banderola, símbolo del triunfo sobre la muerte, el manto púrpura -color litúrgico del sacrificio y del martirio- y el nimbo romboidal de tradición bizantina. La composición se ajusta a la tradición difundida tras el Concilio de Trento, en la que algunos de los soldados que rodean la tumba de Cristo aparecen despiertos, destacando sus acentuados escorzos.
En los márgenes laterales se aprecia la imprimación de la tela, donde el artista ensaya los colores y descarga los grandes pinceles de pelo grueso.
Firmado con caracteres griegos en el margen inferior del lienzo, pertenece al retablo mayor de la Iglesia del Colegio de doña María de Aragón. Un boceto o reducción autógrafa se encuentra en el Art Museum of Saint Louis, Missouri.
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