Felipe II (1527-1598) está representado todavía joven, con armadura militar y collar del Toisón de Oro en el pecho. Las hombreras de la armadura rematan en cabezas de león y en su pecho una Victoria flanqueada de sirenas decora la coraza. Esta decoración junto a la cabeza descubierta y girada hacia delante dan a la obra una poderosa sensación de majestad, entroncando con ciertas imágenes de la Antigüedad.
Documentado con seguridad en el siglo XVII, el busto fue tradicionalmente atribuido a los Leoni, aunque no aparece citado entre sus obras para los Habsburgo. Además, la concepción del modelo, acabado en pico y sin pedestal, se asemejan a otras obras de Jonghelinck, de quien ingresaron varias esculturas en la Colección Real en tiempos de Felipe III.
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