La escena relata el momento descrito en el Antiguo Testamento (Génesis 22, 1-19) en el que Abraham, siguiendo las órdenes de Yahvé, se dispone a ofrecerle a su hijo Isaac en sacrificio. Yahvé, viendo que Abraham sigue su mandato con fe ciega, ve probada su fidelidad y envía a un ángel para salvar a Isaac en el último momento, ordenando que en su lugar sea ofrecido un cordero. Este pasaje bíblico se entiende como prefiguración de la Pasión de Cristo, quien fue ofrecido en sacrificio por Dios Padre para salvar a la humanidad.
La escena principal se sitúa en primer plano, con Isaac desnudo sobre el altar de sacrificios y sujetado por su padre Abraham que sostiene el cuchillo con la mano derecha. A la izquierda de la composición aparece el cordero y a la derecha el ángel sobre un fondo paisajístico.
Según Vasari, al final de su carrera Sarto realizó tres versiones de este pasaje. La del Museo del Prado se identifica con la pintada para Paolo da Terrarrosa, de menor formato aunque de idéntica calidad que las conservadas en la Gemäldegalerie de Dresde y el Museo de Cleveland.
Esta obra fue adquirida por el marqués del Vasto tras la muerte del pintor. Fue posteriormente comprada por Carlos IV (1748-1819), documentándose por primera vez en la Casita del Príncipe de El Escorial en 1779 y en 1814 en el Palacio de Aranjuez.
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