La obra presenta afinidades estilísticas y temáticas con las que integran los llamados “Fastos” de los Gonzaga, realizadas por Tintoretto entre 1578 y 1580, y especialmente con La Batalla de Taro, con la que comparte algún personaje. Como en los “Fastos”, existe un acusado contraste entre el primer plano, con un marcado claroscuro, y un fondo fuertemente iluminado donde las figuras pierden corporeidad hasta convertirse en puros arabescos. La obra procede de la Carlos I de Inglaterra.