Un albañil borracho es trasladado de la construcción por dos de sus compañeros, que no pueden reprimir una expresión burlona por la situación del borracho, sin pantalones y con una de sus calzas caída.
Boceto para el cartón de tapiz El albañil herido (P796), también conservado en las colecciones del Museo del Prado, la interpretación cómica de esta obra hace improbable la crítica de contenido social por la falta de seguridad de los obreros y albañiles en su trabajo que tradicionalmente ha recibido su cartón.
Este boceto es uno de los dos conservados de la serie de cartones para tapices encargada en 1786 a Goya por la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, para el comedor del príncipe de Asturias, el futuro Carlos IV (1748-1819), en el Palacio de El Pardo. La muerte de Carlos III (1716-1788), y la preferencia de los nuevos monarcas por otros Reales Sitios, propició la colocación de esta serie en diferentes habitaciones de El Escorial sin un orden concreto.